Leo esta mañana en una página web de Castilla-La Mancha: “El madrileño Catalá Pozo, cabeza de lista del PP por Cuenca, a Page: `me vas a tener como una mosca cojonera porque no vamos a consentir´ que se pare el ATC”. Lo que llama la atención, en este caso, no es la gracieta de llamar al ministro de Justicia por sus dos apellidos o la opinión de éste sobre el asunto del ATC; lo que sorprende es que el editor de ese sitio de Internet haya decidido escribir que Catalá es madrileño. ¡Cómo osa un foráneo a hablar sobre temas de la región, que es nuestra y sólo nuestra!, parece destilar el titular en su subconsciente.
Soy el primero en criticar el uso que los dos grandes partidos hacen de Castilla-La Mancha para colocar a dirigentes en las listas electorales. Ejemplos ha habido muchos en los años recientes. Pero el problema del texto que comentaba al inicio no es la crítica al fenómeno del paraca político, sino que la crítica se haga atendiendo a la ciudad natal del político en cuestión. Aunque esto es algo que se ha utilizado muy a menudo en la en ocasiones enfangada política regional.
Y da la impresión de que esta especie de regionalismo de pandereta que algunos esgrimen tiene como base, sencillamente, la ignorancia. Lo lamentable es que ha sido el PSOE de Castilla-La Mancha quien ha utilizado muchas veces este argumento. Y lo siguen haciendo. Para algunos dirigentes políticos ser de Madrid es algo así como reencarnarse en el maligno. Por eso en algunas páginas de internet se habla de “madrileño” como si fuera un insulto, porque piensan que muchas personas comparten esa falacia.
Llevado al extremo, fíjense ustedes hasta qué punto es absurdo este argumento: qué dirían de alguien si viene a trabar a un cargo público en la administración autonómica procedente de Parla o de Illescas. Entre ambas localidades hay unos pocos kilómetros pero, en la arcaica y simple mentalidad de algunos, son suficientes como para ser acogido en el cielo de los buenos o, directamente, pasar a ser considerado una especie de extranjero sin escrúpulos.