El pasado 31 de octubre se publicó en el BOE la aprobación del Real Decreto Legislativo 7/2015, de 30 de octubre, por el que se aprueba el texto refundido de la Ley del Suelo y la Rehabilitación Urbana. Este texto legislativo supone la armonización en una misma ley de la vigente hasta entonces Ley del Suelo (Real Decreto Legislativo 2/2008, de 20 de junio), y de la Ley de Rehabilitación, Regeneración y Renovación Urbana (Ley 8/2013, de 26 de junio).
Este hecho constituye sin duda el principal hito de la nueva ley, unificar en una misma normativa la legislación tradicional en materia de suelo (que arrancó en 1956 con la primera Ley del Suelo y Ordenación Urbana) dedicada a la ocupación de nuevos suelos para construir viviendas, y ponerla al mismo nivel que la legislación de 2013 dedicada a la rehabilitación de viviendas y barrios para dotar a las edificaciones ya existentes de la adecuada eficiencia energética, accesibilidad y calidad.
Esta legislación viene a completar las políticas de vivienda que se han puesto en marcha en los últimos años tanto a nivel estatal como regional, e impulsadas desde la Unión Europea, con la finalidad de lograr disminuir los consumos energéticos del parque edificado de vivienda, (no en vano éste consume el 40% de la energía, y produce el 36% de las emisiones de CO2 en Europa).
Si nos fijamos en las cifras, en Castilla-la Mancha existe un parque edificado de 1.244.941 viviendas, de las cuales 624.386 son anteriores a 1980 y construidas sin ninguna normativa energética, lo que presupone un consumo energético elevado. También existen 209.978 viviendas sin ningún tipo de calefacción, 94.021 en estado de conservación ruinoso, malo o deficiente, y 80.459 en edificios de 4 o más plantas sin ascensor.
Estos datos, junto con las directrices europeas, hacen que la rehabilitación de viviendas esté recibiendo gran cantidad de ayudas, que se prolongarán en los años sucesivos, desde las que sacó el gobierno de Castilla-La Mancha y el Estado dentro del Plan de Vivienda 2013-2016 (más de 150 millones de euros en la región), hasta las del Ministerio de Industria a través del Plan PAREER (130 millones de euros), o las que directamente se asignan por fondos europeos.
La rehabilitación de viviendas deberá realizarse con un fuerte componente técnico y con una mano de obra cualificada, bajo criterios de eficiencia energética y sostenibilidad, y dejará de ser una mera actuación puntual en humedades o ventanas, pasando a ser actuaciones integrales. Se debe actuar conjuntamente en fachadas y cubiertas, en instalaciones y calderas, incluyendo las energías renovables, mejorar la accesibilidad, eliminar barreras físicas y sociales, disminuyendo además la pobreza energética de determinados segmentos sociales, y facilitando en las actuaciones el acceso a la financiación.
La convergencia del nivel de rehabilitación de viviendas de nuestro país con los países más avanzados de Europa, donde ésta mantiene niveles elevados desde décadas anteriores, es un objetivo que hay que alcanzar en los próximos años. Por ejemplo, en Alemania se rehabilitan en torno a 400.000 viviendas al año con un parque de viviendas el doble que el de España. Trasladando esos niveles de actividad a Castilla-La Mancha, nos llevaría a rehabilitar unas 9.000 viviendas al año, lo que además de todos los beneficios directos que hemos visto, supondría un gran impulso para el empleo regional, y una estabilización del sector de la construcción tan demandado en los últimos años, constituyendo el motor económico sin el cual no alcanzaremos niveles de empleo similares a los países europeos.
Por eso la rehabilitación supone un verdadero reto para nuestra sociedad en general y para el sector de la construcción en particular. Hay que hacer una llamada de atención tanto a los empresarios como al resto de agentes implicados para que en las actuaciones se obtenga el mayor beneficio social, implicando a la administración local y regional, a entidades financieras, administradores de fincas, empresas energéticas, suministradores de servicios, colegios profesionales, etc, consiguiendo que de la forma más rápida estas medidas se pongan en marcha y lleguen a la mayor parte de nuestra sociedad.
Isidro J Zapata
Ingeniero de Caminos, Experto Profesional en Promociones Inmobiliarias por la UNED, y Director General de Vivienda y Urbanismo en Castilla-La Mancha 2011-2015.