¡¡¡Habemus Papam Pepe!!! Le decía yo el viernes a mi marido mientras seguía con atención quienes serian los elegidos para ir en las listas del PP a las próximas elecciones.
Que días que he pasado. Dese que me levantaba, si es que conseguía dormir, pendiente de lo que iba a pasar ese día. Tanto atril desempolvado y tanto acto sectorial, tanto mutismo y tanto secreto, me recordaban a mí a los mejores años del CNI pilotado por un conquense y con Pepe Bono en el mando superior.
Otro Pepe en mi vida, y ya van tres. Mi Pepe en los papeles, mi PP y mi Pepe Bono. Que estilazo tiene, y cada vez más joven y apuesto. Todo le queda bien y queda bien con todos. Ese sí que sabe. Deberían ponerlo de modelo al natural para que la nueva hornada de políticos emergentes del PSOE lo tuviera como referente en “casi todo” En todo no, que JB también tiene lo suyo y no es poco
¿Se imaginan a “Nacho Man” con un traje de esos de 500 “pavos”, de los de alpaca de toda la vida, diciendo esas cosas que dice? ¡Y como las dice! Ejemplo de oratoria de argumentario oficial y con ese desmayo juvenil a modo de “torerete” el día de tomar la alternativa. Pendiente ando de sus movimientos y sobre todo de su oratoria sin maldad aparente y llena de falsa contundencia. ¡No te digo que anda hablando de la estrategia de reconstrucción de Castilla-La Mancha! Eso sí, también digo, que si nos tienen que reconstruir quiero que figure un lifting de políticos y que el primero en la lista de espera sea Emiliano que anda como a dos palmos del suelo fiando todo a las reformas de otros. Por apuntarse, se apunta hasta a reformar la Constitución “lo primero”.
Pero yo estoy ya con los candidatos elegidos, como Pitigo, “Can´t take my eyes of off you”; ya no aparto mis ojos de vosotros; “oh my God!!”. Vivimos tiempos de remojar barbas y de barbas ya remojadas.
Y es que las barbas están de moda. La más cuidada e inigualable la de mi Mariano, pero que no se descuide mucho, que la de Catalá promete ser una de las más codiciadas por todas. Listo e impecable tiene ese aspecto de chico bueno que deja entrever en su incipiente barba algo de joven inconformista, en la línea de Jaime Ramos o de Piqué, Gerad, por supuesto, no Josep, tan lampiño y alejado de la política que se ve, no de la otra.
Nada que ver con la de Pablo Iglesias. Una barba como la que cantaba Fofó, “Mi barba tiene tres pelos”. Con calvas. A pablo le pasa con la barba como con la mala leche, la tiene, se le ve y le define; pero de verdad parece que ni quiere que se le vea ni le defina. Vamos que le sale la barba como la mala leche a “ranchos” y fea. Buffff… ¡Te tiene que dar un lijazo en lugar de besos igual que zapatillazos de abuela de mesa camilla! Esa no me gusta, pero que no me gusta nada de nada.
La de Catalá tiene pinta de pelo suave de las que besaría “Némesis” , diosa de la justicia retributiva y espejo en el que se mira mi Jean Alfonse, el brazo retributivo del Gobierno de Page (Yo la venero por lo de la piscina de mi vecina, me veo ya a lo Esther Williams).
La barba de Catalá me va a dar mucho juego esta campaña, sobre todo porque las únicas que no se van a cortar son las de mi Mariano, of course! Y por supuesto si esas no están en el corte las de Catalá tampoco se pondrán a remojar.
Las únicas que están empapadas, de agua hasta arriba, son las del simpar Nacho Man. Mas le valdría salir a las ruedas de prensa con botas de regar y chubasquero. Vamos que se está ahogando. La única ventaja que tiene Nacho sobre los barbados es que como imberbe no necesita afeitado. Ya lo lleva de serie. No como mi Pepe, que me tiene “rozaos” todos los nudos de las corbatas.