No entiendo nada. Si no me gustara el periodismo y la política de una forma tan intensa aseguro que habría tirado ya la toalla porque cada día entiendo menos de ambas.
No puedo comprender como lo que hace cuatro años era un drama ahora es un camino de rosas. Lo siento, pero no lo puedo entender. Durante la anterior legislatura escuchamos una y mil veces al PSOE exigir a Cospedal que presentara los presupuestos aún sabiendo que las cuentas públicas, después de 28 años de Gobierno socialista, no eran como todos los castellano manchegos esperábamos. Ahora, en cambio, y con una economía mucho más saneada, parece no correr ninguna prisa hacerlo.
Hace cuatro años no escuchamos en esta región ningún apoyo a la medida del Partido Popular de pedir a Europa una financiación extraordinaria para desarrollar demográficamente las provincias poco pobladas de nuestra región. Ahora, con un planteamiento idéntico parece que sonarán fuegos artificiales en el aire para celebrarlo.
Hace cuatro años los datos del paro eran nefastos y no había un solo mes que el PSOE dijera algo positivo de los resultados. Ahora, en estos tres últimos meses, parece que todo responde a un devenir de la economía y la temporalidad laboral lógica de cada uno de los meses del año, o lo que es lo mismo, obviamente en septiembre hay buenos datos de paro fruto de la vendimia y en octubre, una finalizada la campaña, se produce un fuerte incremento del desempleo por citar sólo dos de los muchos ejemplos que podríamos poner, o lo que es lo mismo, que para comprender algo así no se necesita hacer un máster.
El número de asesores que antes eran un sacrilegio y un insulto a la inteligencia humana ahora pasa totalmente desapercibido, es más, yo aún no he sido capaz de saber si hay más o menos altos cargos que en el anterior Gobierno.
El apoyo a empresas como Elcogás que antes eran constantes y día a día escuchábamos promesas mesiánicas cuando el PSOE llegara a la Junta se ha convertido en pasar “la patata caliente” a Rajoy.
En fin, que no entiendo nada. Obviamente el Partido Popular hizo cosas desafortunadas igual que las hará el Partido Socialista en esta legislatura y obviamente hizo cosas meritorias igual que lo hará García-Page, pero lo que nunca podré soportar, lo que me produce hastío, lo que me repulsa soberanamente, lo que me molesta en lo más profundo de mí es que no se mantenga un mismo rasero, un mismo criterio y que se llame al pan, pan y al vino, vino, pero sin engaños, sin trileros y sin creer que los ciudadanos, con todo el respeto del mundo, somos unos estúpidos que nos tragamos todo. Así no, señores, así no.