Es llamativo pero cierto. Esta mañana, en las Cortes de Castilla-La Mancha se ha producido una nueva situación que firmarían los propios hermanos Marx. Todos están de acuerdo en que hay que buscar una salida a Elcogas que impida no sólo su cierre sino que también le dé cierta viabilidad de cara al futuro, pues bien, pese a todos coincidir en lo sustancial nos encontramos con tres partidos, tres propuestas y cero resultados.
Por un lado el presidente de Castilla-La Mancha, García-Page, en un nuevo acto de brillante oratoria, ha dejado claro que él será el primero en colgar las medallas al ministro Soria en caso de que se confirme la llegada de 135 millones de euros a Elcogás, a razón de 27 millones de euros al año durante cinco años.
Por otro lado está Podemos, que sigue “empeñado”, con perdón de la popularidad de la expresión, en “regionalizar Elcogas”, algo que a priori cambiaría la concepción de la economía de Castilla-La Mancha y que sentaría un peligrosísimo precedente.
Y por otro lado está el PP de Castilla-La Mancha, quien hoy, a través del diputado natural, precisamente de Puertollano, Juan José Jiménez, ha insistido en la necesidad de seguir adoptando medidas por parte de la Junta para evitar el cierre.
Al final, ninguna resolución de las tres aprobadas pese a estar a favor de la necesidad de mantener la empresa en vigor.
Esperamos todos que la próxima reunión entre el Gobierno regional y el nacional, termine definitivamente por disipar todas las dudas, demostrar el movimiento andando y lograr que Elcogas no se convierta en la primera gran empresa que baja el cierre en esta nueva etapa política.